Menu
Amor / Matrimonio / Mujeres / relaciones

Adonde tú vayas, iré yo

UNA DE LAS FRASES DE AMOR MÁS PROFUNDAS QUE HE LEÍDO, HA SIDO EN LA BIBLIA, EN ESAS PALABRAS QUE RUTH LE DIJO A SU SUEGRA NOEMÍ:

“No insistas que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, allí moriré, y allí seré sepultada. Así haga el SEÑOR conmigo, y aún peor, si algo, excepto la muerte, nos separa.”

Rut 1:16-17

En una de las bodas más destacadas de este año en México, fue la del actor Ernesto Dalessio quien le dedicó estas mismas palabras a su esposa en el altar el día de su boda. Muchos otros también han usado esta frase Bíblica para dedicarla a quienes aman en momento significativos.

Y es que la entrega y el amor hacía una persona no es medida por los constantes “Te quiero” o las canciones románticas dedicadas, sino por actos de determinación y entrega como este. Como si de alguna manera se dijera, no me importa nada más que estar contigo, que Dios cuente el próximo capitulo, no yo. Impresionante.

Por eso uno de los versos Bíblicos más increíbles es “Porque de tal manera amo Dios al mundo, que dio a su hijo unigénito…” Diciéndolo de otro modo —a tal grado, tal fue la entrega, su amor provocó dar TODO.

“Tú nunca pierdes al amar. Pierdes siempre cuando te reservas.”

Barbara De Angelis

Hoy en día la gente se casa por bienes mancomunados, las relaciones no maduran porque uno de los dos no esta dispuesto a renunciar a algo en alguna etapa; ya no hay más hijos en el matrimonio porque para una parte sería frustrar sus expectativas de vida; relaciones no comienzan porque es difícil renunciar a aquello que se ha abrazado desde hace mucho, etc.

Reservarte en ciertas áreas es también reservarte a grandes historias de amor.

Cada quien tiene su pretexto, su razón lógica por la cual no sería prudente dejarse llevar y renunciar a lo conocido para ir con esa persona a lo desconocido. De alguna manera nuestras frustraciones más fuertes son aquellas donde sabemos será difícil controlar el futuro. La incertidumbre. Por lo tanto, seguimos sosteniendo lo cierto, lo que podemos controlar, sin soltar o entregar eso que nos liberaría a nuevas aventuras, a vivir en nuevas dimensiones la palabra Amor.

Piensa en las películas de amor que se han mantenido en tu memoria. Jack y Rose en Titanic, Noah y Allie en Diarios de una Pasión (The Notebook), Jamie y Landon en Un Camino para Recordar (A Walk to Remember)  y muchas otras. ¿Cuáles fueron aquellos momentos que hicieron memorable esa película? Los momentos en que la entrega fue más grande por el amor a la otra persona. Recuerda aquellos momentos en que estuviste a punto de reservarte por miedo a una nueva experiencia y después fue algo que atesoraras por siempre.

Si lo que sientes por esa persona es realmente amor genuino, qué tanto estarías dispuesto a entregar. ¿Saltarías si ella saltará? como le dijo Jack a Rose en la punta de ese Titanic. ¿Dejarías todo como los discípulos de Jesús y seguirías al Maestro? ¿Estarías dispuesto a dejarlo todo para ir donde esa persona vaya como Ruth a Noemí, o serás vencido por la incertidumbre y el miedo, reservándote vivir aquello que quizás es tu destino?

Amar genuinamente es sin reservas. Arriesgar tu propia vida para escribir nuevas páginas junto a la persona que amas.

About Author

Autor del libro y host del Podcast “Más que Saliva". Por 15 años Gerardo ha dedicado su vida a introducir adolescentes a Jesús y ayudarlos a crecer en su fe en México, Rumania, Taiwán y ahora en Puerto Rico sirviendo con la organización global 'Young Life'. Gerardo esta casado con Cristina, y tienen tres hijos, Sawyer, Madison y Elliot de 9 meses. Mexicano de nacimiento, misionero de corazón, siempre buscando lugares de buenos tacos!

No Comments

    Leave a Reply