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No es fácil estar solo, menos cuando hay un gran grupo de gente rodeándote. Amigos que pudieran preguntarse por qué aún no ha llegado nadie.

Es difícil estar sin alguien, pocos pudieran entender esa gran necesidad de sentirse apoyado, acompañado, abrazado, llegar a casa y saberse esperado.

Mil consejos pudieran llegar para encontrar a alguien, pero el corazón sigue anhelando una historia mejor que sólo pintarle a una persona extraña cariño u emoción. Escuchar una canción y decir que es de él, de ella y yo. Así no funciona la ecuación.

Estar solo pudiera llegar a ser frustrante, más cuando comparamos nuestras historias con aquellos cercanos. Observar su momento de luces y aplausos y ver nuestro detrás de cámaras, sin guión, maquillaje o escenario.

Claro, aprendemos a disfrutar la vida en nuestra condición, pero que mejor sería compartirla. Tener con alguien algún lugar favorito, una melodía. Reír y que se enamoren de nuestra risa, decir lo más tonto y que alguien sea cautivado por nuestras frases más sencillas, sin prisa.

Sin embargo, aún nada, aún nadie. ¿Por qué forzar historias que no fueron predestinadas y llamarle amor a situaciones prefabricadas, con otra persona sola quien no te buscaba? ¿Acaso debemos olvidar los cuentos de hadas?

¿Por qué decirle al alma que se aleje al monte cual ave? Es tiempo de contarle nuevos cuentos, enseñarla a volar durante estos preciosos momentos, valorando lo que esta alrededor, lo temporal y bello.

Respirar vida en cada bosque, intentar nuevos parajes, fotografiar lo inesperado, escribirlo para siempre recordarlo. Es ahora. Aprender a ver a Dios en cada mañana radiante, escuchar la música del cielo, detener el reloj y alimentarse con nuevos sueños; ser un impacto para otros, aquellos que no tienen constante alimento o techo. Tomar ventaja de esta soledad con propósito, invertir en aquello que jamás se ha intentado y llenar espacios, comprendiendo la sonrisa tierna de Dios al abrazar a lo que hoy El me ha llamado.

Caminar a Nínive y cambiar historias de llanto por alegría, y quizás allí encontrar alguien apasionado en grandes aventuras, quien después camine contigo hacía nuevos días. Quizás es al involucrarte en lo que se escribió de ti que tu narrativa cambiará, no solamente con alguien a tu lado, sino con una película extraordinaria que dejará un legado, despertará otras almas y te dará lo que realmente habías estado buscando.

About Author

Autor del libro y host del Podcast “Más que Saliva". Por 15 años Gerardo ha dedicado su vida a introducir adolescentes a Jesús y ayudarlos a crecer en su fe en México, Rumania, Taiwán y ahora en Puerto Rico sirviendo con la organización global 'Young Life'. Gerardo esta casado con Cristina, y tienen tres hijos, Sawyer, Madison y Elliot de 9 meses. Mexicano de nacimiento, misionero de corazón, siempre buscando lugares de buenos tacos!

1 Comment

  • MARIO ROCHA
    October 23, 2013 at 2:16 AM

    so nice!, a todos en un momento nos pasa!

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