Y es que, todos pasamos por momentos difíciles y momentos gloriosos, algunas veces los dos el mismo instante, pues llega algo muy importante a tu vida junto con algo muy triste. Es como si el bien el mal corrieran por líneas paralelas y casi siempre se encontrarán.
Son esos momentos donde cargas con tantas emociones que deseas compartir con alguien más. Muy a menudo con aquellos a quienes llamamos amigos.
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Son ellos quienes nos alientan, entusiasman o en el peor de los casos, desaniman y nos dejan sin energía. Todo tiene que ver con la clase de personas a quienes llamas amigos. Ellos pueden ser parte clave de tus logros o tus desánimos más profundos.
¿A quiénes llevas tus emociones? ¿Con qué personas compartes tu corazón? Somos vulnerables con aquellos a quienes consideramos amigos, por lo tanto ellos tienen el poder de influir más que cualquier otra persona.
Aquí te presento algunos perfiles y el tipo de respuesta que normalmente estos dan, lo que frecuentemente influye en nuestro estado de animo.
- El esponjita: Sus conversaciones giran principalmente en torno a él y sus emociones. Las cuales pueden ser muy trágicas al escucharlas por más de 5 minutos. No importa que tan bien te sientas, lo triste de su realidad y la manera en que ha traducido sus dificultades absorberán lo mejor de ti. El pesimismo de su condición es contagioso. Sé su amigo, pero no lo escojas como confidente.
- El brutalmente honesto: El te dirá lo que necesitas saber, bueno o malo, será de mucha ayuda cuando necesites que alguien te ponga en tu lugar, sin embargo, esto suele ir acompañado de palabras muy hirientes. Se cauteloso en tus conversaciones con él, su pesimismo puede llegar a desalentar tus ideas rápidamente.
- El interesado: Este tipo de amigo es un gran camaleón. Su manera de darte por tu lado y apoyar tus ideas pudiera hacerte pensar que es alguien confiable. Sin embargo, sus intenciones son muy diferentes. Su amistad tiene una motivación distinta, hay algo que recibe o busca a cambio. Sea por las personas a quienes conoces, qué puesto tienes, o quién eres ante los demás. El usará tu nombre para motivos personales. Es difícil de identificar, y deja una herida profunda al final, pues se llega a confiar mucho en él. Se cauteloso.
- El pesimista: Es fácil descubrirlo, por la boca se le conoce, sus comentarios y su manera de ver la vida tan gris denso. Es un gran crítico, nadie conoce la ciencia del chisme mejor que él. Lleva historias en su diario de años y años, casi todas con un final malo, apuntando el dedo a todos los que alguna vez intentaron algo y no lo lograron. Te vislumbrará como uno más de los ingenuos, dañando, desanimando.
- El sordo: Hablará y hablará y al final se despedirá con un “que bueno platicar contigo” aunque nunca te permitió decir nada, y si lograste terminar una palabra, fue aplastada por una más de sus interminables pláticas. No siempre es alguien con malas intenciones, sólo alguien que considera pocas veces a los demás. En su conversación con él como el personaje principal lo veras.
- El fan: Este amigo es tu máximo fan, se alegra contigo de todas tus victorias y trata de animarte en tus batallas. Para él eres su máximo, te considera un gran amigo y hará lo que sea por ti. Sin embargo, puede llegar a ser tu gran enemigo o crítico al momento que hagas algo donde no lo tomes en cuenta. Se sentirá herido por lo más mínimo. Es el tipo de personas extremas, aunque no lo parezca externamente, emocionalmente lo es. Se cauteloso.
- El amigo verdadero: Este quien sabe escuchar y hacer preguntas, quien toma la iniciativa por ver cómo estas cuando has estado desaparecido. Su conversación tiende a mostrarte lo mejor de las circunstancias, doliéndose contigo por las dificultades que has tenido que pasar. Es quien sabe llorar cuando lloras y alegrarse cuando te ha ido bien. No siempre da consejos, pues no se considera tu maestro, sino tu amigo, pero cuando los de, escúchalo atentamente. Su amistad será como un buen perfume que alegrará tu día. Consérvalo para toda la vida, y sé tú también para él ese amigo.
Al final, esta lista no se trata de caminar desconfiando de los demás, sino ser cauteloso con aquellos a quienes les compartimos nuestras ideas, con aquellos en quienes nos apoyamos por aliento y con quienes pasamos la mayor parte del tiempo.
Pudiéramos también nosotros caer en algunos de estos perfiles; ‘amigos’ con motivaciones distintas a las de un amigo verdadero. Distraernos entre el dar y recibir, buscando más lo segundo y perder grandes amistades.
Un amigo es como un hermano en tiempo de angustia dice el proverbio, aquel que no toma el lugar de Dios, sino de un compañero de batalla que te dirigirá hacía Él. Que alentará tus ideas y esfuerzos para ayudarte con tus cargas y hablarte firme cuando haga falta. Esos amigos, serán pocos, pero únicos. No sólo atesores uno, sé uno.
Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero. —William Shakespeare
PD: Si gustas leer más acerca de este tema, aquí algunos libros que te recomiendo ampliamente:
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