Si tú me hubieras preguntado en la secundaría y luego en la preparatoria qué quería, yo te hubiera contestado que quería salir con una chica de la que realmente estuviera convencido sería mi compañera de por vida. Llámame loco, pero había escuchado ese concepto antes y yo creía que si se podría vivir algo así. Y aunque conocí chicas increíbles, nunca sentí esa convicción. Hasta que luego conocí a quien es ahora mi esposa.
Hay una breve encuentro de Jesús en la Biblia con un hombre ciego. El hombre gritaba para que Jesús se acercará. Y aunque era obvio lo que él necesitaba, el Maestro se acerca y le pregunta “¿Qué quieres que haga por ti?”
Obviamente Jesús sabía lo que él necesitaba, pero a menudo sus preguntas y su manera de hacerlas buscaban develar algo más profundo del corazón del hombre. Como preguntando “¿Qué es lo que realmente quieres?”
En mi experiencia en la radio entrevistando organizaciones no lucrativas, solía escuchar como las personas ambulantes aunque se les rescataba y ofrecía toda una estructura para sacarlos adelante, proveyendo un lugar donde vivir, comida, abrigo y entrenamiento para aprender oficios con los cuales podrían ganarse la vida. La mayoría de ellos regresaban a las calles. Porque la cantidad de dinero que recibían al mendigar resolvía lo inmediato.
A menudo yo mismo me he encontrado en la misma posición. Buscando lo inmediato, sin preguntarme qué es lo que realmente quiero.
Si te preguntará esperando una respuesta honesta lo mismo, ¿qué contestarías?
Algunas personas contestan que quieren la voluntad de Dios para sus vidas. Si retrocedes algunas páginas antes de esta historia Jesús cuenta a sus discípulos qué es lo que el valoraría nosotros hiciéramos.
“Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y me dieron de beber; fui forastero y me dieron alojamiento; 36 necesité ropa y me vistieron; estuve enfermo y me atendieron; estuve en la cárcel y me visitaron”. 37 Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos o sediento y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento o necesitado de ropa y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?”. 40 El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”.
Mateo 25:35-40
Jesus dice cuando tu encuentras a este tipo de personas me encuentras a mi. Gente hambrienta, gente sedienta, gente forastera, gente sin abrigo.
Por lo tanto, si quieres encontrar a Dios asegúrate de entrenar tu cabeza a girar a tu alrededor.
El apóstol Pablo dice de su amigo Timoteo “A ninguno tengo de tan buen animo y que se interesa tan genuinamente por ustedes.”
Dios esta interesado por aquellos que no conocen de su amor y propósito para sus vidas.
Así que como al hombre ciego, Jesús te pregunta a ti, me pregunta a mi ¿Qué es lo que realmente quieres?
Quizás no será algo que llegará inmediato, probablemente ira llegando pieza por pieza, pero permítele a Él que ponga estas piezas en orden para brindarte aquello que tu corazón realmente anhela.
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