Me topé con esta frase antes de casarme. “Es mejor amar que estar en lo correcto.”
Me encantó. ¡Para Twitter!
No supe lo que significaba hasta que tuve una discusión con mi esposa donde `yo tenía la razón´.
Esta, como tantas otras frases, suenan increíble en el papel, en los “captions” bajo la foto nueva de Instagram. No tanto al ponerla en práctica. No es nada fácil.
Hay tantos creyentes cargando frases correctas y tan pocos amando en la práctica.
Prefiero amar. En lo práctico. Aún cuando queden muchas cosas sin resolver.
Pues yo mismo… aún sigo sin resolver muchas de mis inconsistencias.
No sé si esto proviene del nuevo “push” en la cultura o es simplemente la falta de paciencia que habita en uno mismo. Buscar respuestas rápidas. Aún cuando las preguntas sean complejas. Como si solo quisiéramos darle `check´ a nuestra lista de tareas, en lugar de esperar. Entendiendo que algunas cosas toman tiempo.
Yo mismo sigo en este proceso de mejorar, de poner en práctica esas frases que me encantan. De realmente vivir la fe que digo creer y la que disfruto compartir con otros. Sigo batallando conmigo mismo. Peleando con mi deseo de forzarme a cambiar y mi deseo de descansar en lo que Jesús ya hizo por mí en la cruz y caminar en ello.
Es por esto que ahora, amar primero, tiene tanto sentido.
Es por esto que ahora, tardo más en responder preguntas complejas… y siendo sincero, algunas veces solo respondo con un “no sé”.
A mis casi 10 años de casado me ha funcionado más el amar, que estar en lo correcto. Y mientras voy creciendo y recordando el verso donde Jesús dice que al ver a las personas que lo seguían “tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor” (Marcos 6:34) sigo pensando que vale más el estar presente en amor, que estar presente corrigiendo el error. El contexto para quien busca el error en esta mi frase debe enfocarse en la pregunta “¿con quién estoy sentado?”. Con Zaqueo o con algún creyente que conoce el texto.
En la interacción de Jesús con Zaqueo, jamás observamos a Jesús corregir el error, mas si estando presente, amando. En su interacción con la mujer Samaritana, aún cuando ella trajo a la conversación cierta frases “correctas” para debatir, Jesús continuo amando.
¿Cuánto tiempo pasamos con otros simplemente presentes en sus vidas, en amor, sin corregir?
¿Cuánto tiempo pasamos amando, desperdiciando tiempo conversando cosas triviales como un par de amigos que simplemente disfrutan el estar juntos?
¿Seguimos debatiendo con conocedores del texto o pasamos mayor tiempo de nuestra vida cenando con Zaqueos?
AMAR vs CORREGIR
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