Estaríamos poniendo nuestra confianza en los hombres y no en quien nos llamó a este país si dejáramos de compartir nuestras alegrías por temor a ser percibidos erróneamente.
Sin ella no veríamos como vemos, amaríamos como amamos, nos dolemos de lo que realmente importa y disfrutamos de aquello que sin verlo creímos en fe que llegaría