Menu
Aliento / Familia / Fe / Hijos / Matrimonio / Mujeres / Vida

Nuestro primer hijo.

Hace algunos días dimos la bienvenida a un nuevo integrante en nuestro familia. Sawyer Patrick nació el 8 de septiembre por la mañana dando un grito de cantante de opera. Sus ojos despiertos rodeando el lugar se veían preciosos. Nunca había disfrutado tanto despertarme de madrugada hasta ahora.

Una ola de sensaciones ha estado corriendo por mis venas estos días, verlo dormido respirando en calma, cambiar sus pañalitos, acercarlo de nuevo a su mamá para comer, de nuevo verlo dormir… con mis ansias por querer verlo despierto una vez más. Es real, él esta aquí después de nueve meses y estoy fascinado. Hay tanto en mi corazón para enseñarle y aún así quiero ser siempre sensible a su persona. Por eso lo llame diferente a mi, deseo que él pueda escribir páginas únicas, caminar por lugares que quizás yo nunca caminaré y emprender cosas que quizás nunca me atrevería hacer, pero que serán necesarias para él.

Escuche y sigo escuchando comentarios no solicitados de otros padres de la molestia que es levantarse por las noches, de como tu vida cambia (con tono negativo), del gran gasto que es traer un hijo al mundo, etc. Sin embargo, ahora que estoy en este lugar estoy completamente enamorado de esta personita. Nada de lo que hago por él se siente una carga, él esta completamente dependiente de mi y de su mamá. De qué otra manera se puede comunicar que llorar un poco, su mundo por nueve meses fue perfecto y ahora se encuentra en situaciones de frío, de hambre, de pañales mojados y más.

Escribo estas líneas mientras duerme a mi lado, su mamá ha hecho una tarea formidable, llevándolo por nueve meses en su vientre, por 5 horas en labor de parto, alimentándolo de su pecho cada que necesita y amándolo sin cesar. También he participado, deseo que sepa que su papá no es un espectador pasivo, temeroso, sino uno que se asegura de su bienestar diario. Quien esta listo a cualquier hora para cambiarlo, dormirlo, arroparlo.

Que increíble visión para tu familia que conjuntar lo que disfrutaste y aquello que deseaste haber tenido y escribir mejores páginas.

A mi pequeño le faltan mucho por descubrir. Quiero que tenga presente que lo amo, que me entregaré a él en cuerpo y alma, pero que su mamá para mi siempre será primero, que solo de esa manera vivo la fe que creo. Anhelo que vea que darme a ella es darme también a él. Deseo dejar un precedente en él de lo que amor verdaderamente es. Que el respeto por su madre sea lo que motive su obediencia, porque si para papá ella es lo más importante, así en un futuro llegará a ser su compañera. Su respeto por las mujeres vendrá de lo que vea en mi, su pasividad o entrega, su cuidado y gentileza.

Que sus pisadas no vayan guiadas por emociones, sino por determinar seguir a quien infunde aliento a nuestros corazón. Que Dios sea más que un domingo o una imagen en un crucifijo, sino aquel que escucha su dolor y felicidad, quien prepara el camino que él caminará. Que pueda saber que cuando yo no este cerca, Él siempre lo cuidará.

Sea que él llegue a leer algún día este blog me encantaría que el afirme sonriendo, que papá no sólo quedo en todas estas palabras y deseos, sino que cada día lo demostró en los detalles, en sacrificios y en todos esos momento donde no sentía hacerlo. Así a Dios ruego, que me guíe a criar a mi pequeño para ser un hombre en todo el sentido de la palabra. Valiente, noble para defender justas causas.

About Author

Autor del libro y host del Podcast “Más que Saliva". Por 15 años Gerardo ha dedicado su vida a introducir adolescentes a Jesús y ayudarlos a crecer en su fe en México, Rumania, Taiwán y ahora en Puerto Rico sirviendo con la organización global 'Young Life'. Gerardo esta casado con Cristina, y tienen tres hijos, Sawyer, Madison y Elliot de 9 meses. Mexicano de nacimiento, misionero de corazón, siempre buscando lugares de buenos tacos!

No Comments

    Leave a Reply